Desde Estepona (Málaga) tomamos la dirección a Jubrique y a unos 21 Kms. encontramos un desvío a la izquierda al Refugio de los Reales.
Después de unos 2 Kms. encontramos a la derecha el Camino de los Pinsapos. Recorremos a pie el camino para ver los pinsapos más cercanos a la costa sur de Europa. Posiblemente fue en este lugar donde se determinó por el botánico suizo Boissier, la especie de este abeto.
Volvemos al coche y ascendemos otros 2,5 Kms. hasta llegar al refugio. Dejamos el coche y nos dirigimos al mirador desde donde podemos ver la costa hasta Gibraltar y al frente la costa africana.
Avanzamos un poco y tomamos un camino que sube a la derecha señalado por unos postes de madera.
Por aquí subimos disfrutando del paisaje y con suerte podemos ver el fenómeno llamado “mar de nubes” como consecuencia de la condensación del vapor de agua al ascender por las laderas de las montañas.
El camino se hace algo difícil hasta a la cumbre donde se encuentran las antenas.
Desde aquí cómodamente descendemos por una carretera asfaltada al coche.
Federico: Ay, Almudena, vete preparando que estaré irresistible… Almudena: Ay, Federico, ¿cómo es posible que te hayas decidido a pedirme hoy una cita? Federico: Ésta seguro que todavía está mocita… Almudena: Le gustaré por mi sencillez y buen corazón… Federico: Anda hija,… qué bombón. Eso sí, tendré que ir despacio, poco a poco… Almudena: Madre mía, qué sofoco: ¿y si se me arrima? Federico: Le diré: ¡estás divina! Almudena: ¿Me hago un moño o me dejo el pelo suelto? Federico: ¡Hoy triunfo!… Lo presiento.
Esposa en la bañera: ¿Con quién hablas?, cariño. Federico: Con nadie, mi amor,… con el espejo. Esposa en la bañera: Acércame la toalla, que se me ha quedado el agua fría. Federico: Por cierto,… esta noche no me esperes para cenar…
Almudena: Si yo sé que me quiere por mis adentros…
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Firmado: Norma Jeane
Este es el diálogo que ha preparado para esta ocasión mi amiga Norma Jeane a la que podéis ver en un dibujo que le hizo su amiga Aurora. Si queréis ver el dibujo original y otros muchos e interesantes trabajos visitadla en primeros pinitos. Estoy seguro que no os vais a arrepentir.
Los retretes están en la cafetería Mar & Monte en Puerto del Rosario, Fuerteventura. Desde su terraza, mientras tomas algo, estás viendo el mar en vista panorámica.
Hoy hace un año que empezó la andadura de este blog con dos entradas sobre “El Resplandor” de Stanley Kubrick. Al principio no se bien que pretendía, de hecho luché entre el cine y el medio ambiente. Pero las circunstancias me llevaron a poner otra serie de etiquetas con lo que este blog se ha convertido en una especie de magazine con el que comunicarme con una serie de amigos que he ido conociendo por el mundo de los blogs. Y tengo que decir que eso es lo más gratificante de todo este tiempo:
AMIGOS
A todos los que han dejado un comentario he contestado y así lo seguiré haciendo, aunque con unos tengo más correspondencia (¿se seguirá diciendo así?) que con otros. Los hay fieles de verdad, desde el mismo principio, y los hay que llegan nuevos y son igualmente bien recibidos. Otros se asoman y no vuelven porque seguramente no les interesa y deben tener sus razones. A todos, de verdad,
Los pingüinos emperador (Aptenodytes forsteri ) salen del fondo del mar como un torpedo cada año y sobre la superficie helada de la Antártida se desplazan 160Km. para llegar a sus puntos de anidación. Se desplazan andando torpemente pero con esa imagen característica, y para ahorrar energía se lanzan al hielo para deslizarse sobre su abdomen. El director describe el recorrido en grupo de estos pingüinos, superando obstáculos, como un road-movie que aleja la película de un simple documental. Cuando llegan al lugar, siempre el mismo, donde ponen los huevos, la película describe el comportamiento social y muy concretamente el sentido familiar de estos pájaros bobos que demuestran no serlo tanto como se les considera. Aquí, cada pingüino busca su pareja del año anterior. Después de la puesta, la madre necesita recuperar sus reservas energéticas y busca alimento para la cría, dejando al padre el cuidado del huevo. Las imágenes de los huevos incubándose sobre las patas de los adultos son hermosas. Cuando vuelva la madre, será el padre el que vaya a buscar comida al mar de donde salieron. Algunos no regresan y se produce el drama natural que aquí supera el simple documental con unas imágenes impactantes. Tan impactantes que aconsejo no ver esta película con niños pequeños por lo que sufren. A un niño no puedes decirle “es ley de vida” porque no lo entiende. La masa de pingüinos protegiéndose cuerpo a cuerpo frente a la rigor ventisca helada que los sacude constituye un ejemplo de colaboración frente a lo catastrófico. El director, que había cursado estudios de biología, y un equipo de cuatro personas permanecieron durante 14 meses en la Antártida filmando 120 horas de imágenes. Son verdaderamente extraordinarias las tomas del paisaje antártico helado, como las tomas cerradas de estas aves, destacando las tomas de las patas con el huevo o con el polluelo entre las plumas para que no toquen el suelo. Pero el logro del director está en conseguir que el espectador se convierta en un estudioso de la vida de estos animales antes que un simple espectador. Y lo consigue con imágenes, como debe ser el buen cine, que van narrando los eventos vitales de los pingüinos con secuencias bien estructuradas de planos perfectamente detallados. Un ejemplo exacto de esto es el relevo en la incubación del huevo. La película, más que un documental sobre los pingüinos emperador, es un documento que evidencia el amor, la entrega, el esfuerzo, la creatividad, el trabajo en equipo y el deseo de salir adelante, como valores que en muchos casos nosotros no consideramos.
Yo no se que le habéis pedido vosotros a los Reyes Magos. Mucho habrá sido por lo llenas que están las tiendas de gente comprando ropa, colonia, libros, juguetes y todo tipo de cosas. Y no creáis que soy tan bueno como para pedir paz, amor, justicia, felicidad y cosas de esas. ¡Qué va! He pedido carbón, mucho carbón y tal como está la crisis voy a poner una carbonería que será el negocio del futuro. ¿A ver quien va a tener dinero para llenar los depósitos de gasolina? Volveremos a la máquina de vapor y yo seré rico, muy rico. Por favor, si ya habéis escrito la carta no intentéis corregirla para copiarme. Por una vez dejadme que sea original.
Desde Estepona (Málaga) tomamos la dirección a Jubrique y a unos 21 Kms. encontramos un desvío a la izquierda al Refugio de los Reales.
Después de unos 2 Kms. encontramos a la derecha el Camino de los Pinsapos. Recorremos a pie el camino para ver los pinsapos más cercanos a la costa sur de Europa. Posiblemente fue en este lugar donde se determinó por el botánico suizo Boissier, la especie de este abeto.
Volvemos al coche y ascendemos otros 2,5 Kms. hasta llegar al refugio. Dejamos el coche y nos dirigimos al mirador desde donde podemos ver la costa hasta Gibraltar y al frente la costa africana.
Avanzamos un poco y tomamos un camino que sube a la derecha señalado por unos postes de madera. 
Por aquí subimos disfrutando del paisaje y con suerte podemos ver el fenómeno llamado “mar de nubes” como consecuencia de la condensación del vapor de agua al ascender por las laderas de las montañas.
El camino se hace algo difícil hasta a la cumbre donde se encuentran las antenas.
Desde aquí cómodamente descendemos por una carretera asfaltada al coche. 
