Estos acantilados se extienden 4 km. desde Caños de Meca hasta Barbate y en algunos puntos alcanzan una altura de 90m. y un perfil totalmente vertical. Estos acantilados están labrados sobre calcarenitas miocenas y margas cuyos granos le dan a su superficie tal aspereza que recibían el nombre vulgar de asperones y eran utilizados para afilar cuchillos, navajas, tijeras, etc. En épocas de lluvia el agua drena estas rocas y surge por las grietas formando un peculiar conjunto de manantiales que dieron nombre a la población de Caños de Meca. Sobre estos acantilados, y debido a la movilidad de las arenas, se plantaron pinos piñoneros para que esta arena se fijara y no invadiera los campos de cultivo del interior.
Mañana me voy a Jávea/Xàbia a disfrutar de otros acantilados y las hermosas calas que se forman entre ellos, así que durante un tiempo no apareceré por aquí. Qué tengáis un buen verano.