El hombre, como especie, es homeotermo, es decir mantiene su temperatura corporal constante aunque la temperatura del medio que le rodea aumente o disminuya. Pero todos hemos experimentado en algún momento de nuestra vida que durante el invierno nuestro cuerpo actúa como encogido, andamos con la cabeza baja por la calle. Y al llegar la primavera nuestro cuerpo se esponja, parece que nos levantamos, nos agrandamos y nuestro interior empieza a alegrarse.
Esto lo han experimentado literatos, músicos, pintores, escultores, etc. ¿Por qué no vamos a disfrutar nosotros de la primavera? Cómo esta, no vamos a vivir otra. Ya me contaréis cuando llegue el próximo invierno.
2 comentarios:
Cada estación tiene su lado positivo, pero estos días de marzo, donde cada vez hay más luz, amanece antes y las tardes son más largas; estos días me encantan y, si encima estamos casi de verano, pues ya es perfecto.
Cómo me gustan las margaritas!!!!
Biquiños y a dejar que la sangre se altere.
Hola,
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Mi correo: janaru@gmail.com
Un saludo.
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