18 junio 2013

MARÍA - ROSA - CARMEN MARTÍN



SU MADRE


Aunque no eras mi madre,
te hice mía
porque TÚ así lo quisiste.

Porque me querías
como a una hija.

De ti, aprendí a hacer
mis mejores guisos.
Aprendí que las cosas
se hacían meticulosamente.

Poco a poco todo va cambiando,
hoy tu casa ya
no está,
y tus cosas que
hice mías,
te las cuidaré con todo mimo.

TÚ…
sí estás…
pero no me reconoces.
                   
                            (Carmen Martín Martín)

Esta rosa es de mi jardín y en ella estás TÚ con toda la esencia de una mujer buena.

6 comentarios:

Vicente (Salamanca) dijo...

Siempre llevaremos en el jardín de nuestros corazones la esencia de esas rosas que han adornado nuestras vidas...

Goriot dijo...

Es un poema muy sensible y significativo. Lo comprendo.
Unn saludo cordial.
Goriot.

AMADO MIO dijo...

No tardes tanto en traer la poesía, amigo Pepe, que andamos tan necesitados de ella. Debí escribir POESIA, con mayúscula, porque las de Carmen lo merecen.

Pepe del Montgó dijo...

VICENTE tu has tenido muy cerca de tí a una de esas rosas a la que yo también tuve la suerte de conocer.
GORIOT tus palabras que vienen de alguien que sabe escribir son muy valoradas.
AMADO las circustacias han hecho que tardara en aparecer por aquí, no la falta de vountad

Flores SC dijo...

Me gusta lo de la esencia de una mujer buena.
Saludos

lola dijo...

Hola Pepe, muy bonito el poema. Las madres no son siempre las que traen al mundo, sino las que te quieren y te hacen crecer como persona.
¿Andabas por la Francia Pepe?
Saludos,